martes, 23 de abril de 2024

Ciclismo híbrido

 

Mundiales de ciclobol

Asociamos el ciclismo con la velocidad, con llegar el primero, pero no en todas las modalidades del ciclismo se trata de ir más rápido que los rivales. El ciclobol es un deporte híbrido entre el ciclismo y los deportes de balón y porterías, que está bajo el amparo de la UCI, como el ciclismo de ruta o el ciclocross.

Puede parecer una excentricidad, pero el primer campeonato mundial ya se disputó en 1929. Se atribuye el invento a un tal Edward Kaufmann allá por el 1893, la misma época que daba sus primeros pasos la Lieja-Bastogne-Lieja, la "Doyenne", el más antiguo monumento ciclista.

Centroeuropa y Japón son los lugares con más "tradición" y si hemos de hablar de los ciclista-jugadores más destacados, hay que hacer mención a los hermanos Pospisil (Jan y Jindrich), que obtuvieron el campeonato mundial de ciclobol en 20 ocasiones, entre 1965 y 1988, para su país, entonces Checoslovaquia.


viernes, 5 de abril de 2024

Un final espectacular para los actores de reparto

 

                                                      Giro 1975, últimas curvas del Stelvio


Vincenzo Torriani buscaba siempre la espectacularidad para su Giro, y a fé que lo conseguía. En 1975 no se programó el final habitual en Milán. Milán acogería la salida y la última etapa sería en los Dolomitas, pero no en un puerto cualquiera, sino en el más alto, el Passo del Stelvio, con sus 2757 m. Por suerte, el buen tiempo permitió disputar la etapa, trazar las 48 curvas de herradura, las finales jalonadas por paredes de nieve.

Lo que no esperaba Torriani eran los protagonistas que disputarían el asalto final. Merckx se aprestaba a ganar su sexto Giro y así batir el récord absoluto de victorias, pero a última hora un ataque de anginas le impidió participar (el contrariado Vincenzo llegó a ofrecerle un avión privado por si a última hora decidía tomar la salida). En Italia le esperaban como principales rivales, Felice Gimondi y "Gibi" Baronchelli al que "el caníbal" solo había podido aventajar en 12" en la edición anterior.

Sin embargo tampoco se produjo el duelo entre estos dos, que estuvieron por debajo de lo esperado, era Giovanni Battaglin el que se mostraba el más fuerte, llegando a imponerse incluso en una contrarreloj llana, que no era su especialidad. Y cuando parecía el hombre a batir dio muestras de debilidad en la cronoescalada y se hundió definitivamente en la siguiente etapa montañosa. Un sorprendente Fausto Bertoglio, coequipier de Battaglin, se puso de líder y solo el alavés Paco Galdos le amenazaba de cerca.

Galdos, en un gran momento de forma (venía de ganar el Tour de Romandía), parecía que podría con Bertoglio en la etapa final del Stelvio, pues solo les separaban 42" y tenía para apoyarle al potente equipo Kas. Galdos atacó a poco de comenzar la subida final, los rivales fueron descolgándose uno a uno: Gimondi, Panizza, Perletto... pero Bertoglio aguantó todos los envites y se soldó a la rueda del español. No le disputó la etapa pero había ganado el Giro de Italia.

domingo, 31 de marzo de 2024

El trabajo (a veces) tiene premio

Herminio si consiguió un gran triunfo

Para llegar a formar parte del pelotón profesional hay que ser muy bueno, por eso una vez se llega es difícil destacar entre tantos tan buenos o mejores que tu. Así que hay muy pocos destinados a ser líderes y la mayoría tienen que luchar en equipos modestos o, si forman parte de los equipos más potentes, condenados a ser gregarios.

Un buen gregario es muy apreciado en su equipo pero suele pasar desapercibido para el público. Hay cientos de ciclistas que tienen un exiguo o nulo palmarés pero que, sin embargo han sido imprescindibles para el triunfo de otros.

Charly Wegelius, con cero victorias en su carrera, descubre los entresijos de la dura vida del gregario en el libro que lleva por título "Gregario" precisamente. Mario Scirea, uno de los principales lanzadores de Mario Cipollini, que acumula docenas de triunfos en las grandes, apenas cuenta como profesional con una solitaria etapa en una carreras por etapas alemanas, ya desaparecida.

Pero a veces hay premio. El cántabro Herminio Díaz Zabala, incansable rodador y abnegado gregario, además de un par de etapas en la Vuelta a Cantabria, de donde es natural, había vencido en una etapa de la Vuelta a España de 1989, pero en 1991 llegó su gran triunfo. Metido en una escapada en la primera etapa de la Tirreno-Adriático, el potente equipo ONCE en el que militaba decidió apoyarle, endureciendo los finales de etapa, llegando a la contrarreloj final segundo de la general. El líder era Federico Ghiotto, otro "modesto", pero a pocos segundos llevaba a Raúl Alcalá y a Thomas Wegmuller, el suizo que había ganado el G.P. de las Naciones el año anterior, Pero Herminio sacó a relucir sus dotes de rodador que tanto había explotado a favor de otros e hizo segundo en la crono, adjudicándose una carrera del prestigio de la Tirreno-Adriático.

 

sábado, 23 de marzo de 2024

El primer gigante navarro

 

Mariano Cañardo, el "catalán" de Olite

Aunque nació en Olite (Navarra), se estableció en Barcelona desde los 13 años, aunque no aprendió a montar en bicicleta hasta los 18. Mariano Cañardo ostenta el récord, de momento inabordable, de 7 victorias absolutas en la Volta a Catalunya (11 pódiums), que ganó antes y después de la guerra civil, acumulando 22 triunfos de etapa. Se da el curioso caso que el segundo ciclista con más victorias absolutas es también navarro, un tal Miguel Induráin (3).

Su mejor año tal vez fue 1930, cuando consiguió imponerse en las tres carreras por etapas más importantes que se celebraban en España, las vueltas a Catalunya, País Vasco y Levante.

Cañardo fue el principal rival que tuvo Gustaaf Deloor en la primera edición de la Vuelta a España, allá por 1935. La guerra seguramente impidió a Mariano figurar en el palmarés de la ronda española, pero dejó buena muestra de sus cualidades en el Tour donde fue 6º y 9º y ganó una etapa alpina en 1937, uniéndose así a Salvador Cardona, Federico Ezquerra y Vicente Trueba como los primeros que destacaron en el Tour provenientes del otro lado de los Pirineos.


martes, 12 de marzo de 2024

El monólogo de Maertens

Freddy con el maillot "butano" que lució toda la Vuelta



 La Vuelta a España no pasaba por buenos momentos. En 1977 había que atraer alguna figura internacional para completar un exiguo plantel (solo hubo 70 participantes). La organización consiguió contar con el vigente campeón del mundo, Freddy Maertens, que atravesaba el mejor momento de su carrera deportiva, programando una Vuelta con numerosas bonificaciones y suavizando la montaña. Así pues, el equipo Flandria fue a por todas, alineando junto al campeón belga a Pollentier, Mariano Martínez, Demeyer, Van Vlieberghe, Malfait, Verschuere,... y desde luego, consiguieron su objetivo.

Maertens solo portó el maillot arcoíris en el prólogo, ya que fue líder del primer al último día (luciendo un llamativo jersey naranja que ese año distinguía al primero de la clasificación). Trece etapas se anotó, récord absoluto en una sola edición. Al sprint era casi imbatible, en el Tour anterior ya había ganado 8 etapas. En la Vuelta 77 solo dejó de ganar un sprint, ante el velocista neerlandés Cees Priem. Favorecido por las bonificaciones en meta y metas volantes y sus prestaciones contrarreloj, tuvo suficiente para compensar sus pérdidas en montaña, donde Kas y Teka, los equipos más potentes, se marcaron demasiado y un solo un bravo Luis Ocaña, ya en el ocaso de su carrera y enrolado en un flojo equipo Frisol, tuvo la valentía de intentarlo de lejos.

miércoles, 6 de marzo de 2024

El kilómetro más espectacular de la temporada

Terribles pendientes en el Muro de Huy

En 1936 se disputó la primera edición de la Flecha Valona, tal vez la clásica de la zona francófona de Bélgica más importante, exceptuando por supuesto, la Lieja-Bastogne-Lieja que se celebra solo unos días después. La carrera tuvo diferentes escenarios de salida y llegada, hasta que en 1983 se programó por primera vez el final en la localidad de Huy, y más concretamente en la cima del "Camino de las Capillas", rebautizado para el ciclismo como el Muro de Huy. No cabe duda que desde entonces, ese poco más de un km de ascensión, se convierte en uno de los momentos estelares de la temporada ciclista.

Tiene una pendiente media del 9,5% pero concentra su mayor dureza entre los 500 y 200 m del final con rampas del 19 y picos del 26% por lo que, de no llegar algún corredor en solitario, el final es muy emocionante. Aprovechando sus cualidades para los esfuerzos explosivos, el murciano Alejandro Valverde es quien más veces se ha impuesto en la prueba, con 5 victorias.

Como curiosidad decir que, como sucede en los circuitos de velocidad, una curva está bautizada con el nombre de un gran campeón. Se trata de la curva Claude Criquielion, el gran ciclista valón de los 80 que se impuso en dos ocasiones y que , en la curva que lleva ahora su nombre, dejó de rueda a Steven Rooks para lanzarse a por su segundo triunfo.
Valverde en una de sus victorias





 

miércoles, 28 de febrero de 2024

Roger Lapebie: fortunas y pesares

 

Lapebie gana en Digne-les-Bains (Tour 1937)

En 1934, Lapebie marchaba en cabeza junto a Rebry y Wauters a 12 km de Roubaix, cuando pinchó. Cómo no llegaba la asistencia, tomó prestada la bicicleta de un espectador y salió en persecución de sus rivales, a los que alcanzó a un km de meta y luego les batió al sprint. Era el ganador de la París-Roubaix, al menos durante 10', ya que los jueces le descalificaron, ya que el reglamento prohibía el cambio de bicicleta. Gaston Rebry fue declarado vencedor.

El Tour de Francia de 1937 parecía cosa de la gran figura del momento, Gino Bartali. Cuando llegó la montaña Gino se puso al frente de la clasificación con más de 9' de ventaja, pero camino de Briançon cayó desde un puente a un arroyo y, aunque pudo acabar la etapa y conservó el liderato, sus heridas no le permitieron salir el día siguiente, cuando Lapebie ganó en Digne-les-Bains y Sylvere Maes se enfundó el maillot amarillo.
Lapebie y Maes se disputarían la victoria final en los Pirineos, aunque con circunstancias extrañas. Lapebie flojeó en el inicio del Tourmalet y un aficionado (dice la leyenda que fue un tal Felix Levitan, el futuro patrón del Tour), le empujó un centenar de metros y ya recuperado, consiguió alcanzar al grupo de Maes. Hubo sanción en tiempo para Lapebie pero también para Maes por, según los jueces, ser ayudado por otros ciclistas belgas que no formaban parte de su equipo (la selección belga). Aunque Maes conservaba por 25" el liderato, abandonó en señal de protesta y allanó el camino a Lapebie hasta París donde se proclamó vencedor. 
Roger Lapebie, aprovechando su notoriedad por su triunfo intentó mejorar las condiciones económicas y de trato a los ciclistas, lo que le valió ser excluído del Tour del año siguiente por el déspota Henri Desgranges.